Se considera que el agua está contaminada, cuando ya no puede utilizarse para el uso que se le iba a dar en su estado natural o se ven alteradas sus propiedades químicas, físicas, biológicas y/o su composición.
En líneas generales el agua está contaminada cuando pierde su potabilidad para consumo diario o para su utilización en actividades domésticas, industriales o agrícolas.
Aproximadamente un 70% del agua utilizada tiene como finalidad su empleo para la agricultura, otro 20% se aplica al uso industrial y el 10% restante se destina al uso doméstico.
Las fuertes concentraciones de población contribuyen a la rápida contaminación del agua y otros tipos de contaminación.
Desde el comienzo de la civilización, el mar ha trabajado efectivamente como vertedero natural asegurando la biodegradación y absorción en la depuración de las aguas servidas.
A partir de los últimos 100 años, se hacen cada vez más frecuentes los desequilibrios del medio marino debido a la acumulación de factores contaminantes.
[Proyecto de Uso Eficiente del Agua: Extracto].